sábado, 3 de noviembre de 2012

La verdadera Deuda Histórica en España: la financiación de los ayuntamientos


   Son malos tiempos los que corren para la administración mas cercana que tienen los ciudadanos, los ayuntamientos. Cuando un vecino tiene un problema acude siempre a su ayuntamiento para resolverlo, tenga la competencia o no, pero confía plenamente que su problema podrá ser resuelto por su alcalde o por el concejal de turno.

   Pero los ayuntamientos tienen una deuda histórica pendiente de cobrar desde el 3 de abril de 1979, fecha de constitución de los ayuntamientos democráticos. Han pasado casi 34 años y los ayuntamientos en España aún no tienen una ley de financiación local que permita prestar los servicios públicos básicos. Es mas, los ayuntamientos en España lo pasan muy mal para llegar a final de mes, dado que tienen muchas competencias y no tienen financiación por parte del Estado. Ha llegado la hora que los alcaldes, concejales y ciudadanos levantemos la voz para exigir una ley de financiación local que posibilite que en nuestros pueblos y ciudades se puedan resolver problemas que los ciudadanos demandan arreglar.

   Ni Adolfo Suárez, ni Leopoldo Calvo Sotelo, ni Felipe González, ni Aznar, ni Zapatero, ni Rajoy han sabido pagar la deuda histórica con los ayuntamientos. Buenas palabras, buenas intenciones, pero ninguno de los presidentes de España ha promulgado una ley de financiación justa para los ayuntamientos. Los ayuntamientos ya no pueden esperar mas. Los ayuntamientos queremos cobrar la verdadera deuda histórica: “una ley de financiación local justa”.

   Asistimos estos días a un nuevo debate para financiar mas y mejor a las comunidades autónomas. ¡Gran peligro para los ayuntamientos este debate! Porque cada vez que las comunidades autónomas reciben mas dinero, significa que menos posibilidades tenemos de cobrar los ayuntamientos la deuda histórica pendiente: una ley justa de financiación local. Todo indica que Artur Mas finalmente conseguirá mas dinero para Cataluña y para todas las comunidades autónomas a costa de seguir condenando a los ayuntamientos.

   De los alcaldes y alcaldesas, concejales y concejalas, así como de los ciudadanos depende que los ayuntamientos puedan saldar su deuda histórica. Es el momento de decir basta y hasta aquí hemos llegado. Exijamos los derechos de los vecinos de nuestros pueblos y ciudades a tener una financiación justa.

   Esta es una reivindicación que no va contra nadie, pues como digo en párrafos anteriores la deuda histórica con los ayuntamientos la han generado todos los presidentes, y los dos grandes partidos, PSOE y PP. Iniciemos una campaña que permita cambiar el rumbo de los últimos 34 años de olvido absoluto por parte del Estado hacia los ayuntamientos.