Esta semana ha sido
triste para los corianos, muy especialmente para la familia de María
Isabel Sierra Cuerva. Su desaparición, búsqueda infructuosa y
terrible desenlace han hecho de estos días, horas tristes para
todos.
He visto a mi pueblo en
la calle pidiendo la vuelta de nuestra vecina, apoyando a la familia
y preocupado de corazón. He visto a mi pueblo y a sus gentes, a los
chavales de los distintos institutos volcarse con la familia de María
Isabel ofreciendo ayuda y solidaridad. Solo me cabe dar las gracias a
los corianos por su apoyo estos días con los padres y familiares de
María Isabel.
Pero sobre todo dar las
gracias a los padres y a la familia de María Isabel, que han luchado
incansablemente por su hija. Sobre todo en ellos he visto el amor
profundo de unos padres, hermanos, abuelos, tíos y sobrinos hacia
María Isabel. Nos han dado a todos una gran lección.