sábado, 7 de abril de 2012

La recompensa de ser alcalde


El pasado martes santo en la parroquia de San José, volví a vivir uno de esos momentos como alcalde inolvidables, esos instantes que hacen que un alcalde olvide los malos ratos y los sinsabores de la política.
Me refiero a un nuevo encuentro con los chavales del Centro Municipal para la Integración Social. El reencuentro con ellos sin duda recompensa la dura tarea de ser alcalde. Como siempre acuden ofreciendo lo mejor que tienen, en este caso obsequiaron a la parroquia y a la hermandad con un magnífico plato artesanal elaborado por ellos mismos.
El martes la sorpres fue Mario, animado, mas abierto y cariñoso que en otras ocasiones. Felicidades a los trabajadores del centro por el trabajo que hacéis día a día y a sus familiares.
Aquí os dejo una fotografía de aquello que os he tratado de explicar con palabras.