España
un país de todos
Esta semana hemos vivido
un episodio preocupante. Miles de personas en Cataluña pidiendo la
independencia. No pretendo que nadie se enfade, pero esas imágenes
no me han gustado nada. Soy de aquellos que opinan que España es un
país de todos, que se puede ser español sin tener que renunciar a
ser andaluz, catalán, murciano o madrileño.
A mi juicio, los
“promotores políticos” de la manifestación no pretenden la
independencia de Cataluña, sino que el objetivo es ocultar la
“pésima gestión económica” de los distintos gobiernos que han
pasado por la Generalitat de Catalunya. Que mejor forma de ocultar
una mala gestión que acudiendo a un nacionalismo excluyente y
egoísta, en una región dispuesta a oír hablar de nacinalismo. En
un momento donde los egoísmos surgen como consecuencia de la crisis
económica. En tiempos de escasez la gente se está volviendo
egoísta, en vez de generar un fuerte sentimiento solidario para
entre todos sacar adelante el país. Sin duda alguna yo opto por el
valor de la solidaridad que por el egoísmo. Un modelo político que
no está basado en la solidaridad está condenado al fracaso. Reclamo
solidaridad de Europa hacia los países que lo pasan peor, al tiempo
que reclamo solidaridad en España de aquellos territorios que están
mejor con aquellos que lo pasan mal. Sin olvidar que los europeos y
los españoles debemos proyectar solidaridad hacia los países en
vías de desarrollo, porque es ahí donde se siente la verdadera
crisis económica. En el corazón de los países subdesarrollados
está presente todos los días el hambre, la muerte y la
insolidaridad de los países desarrollados.
CIU ha gobernado casi
toda la democracia en Cataluña. Hoy Cataluña es una comunidad
autónoma que está literalmente arruinada. Pero no es
responsabilidad ni de los andaluces ni de los españoles. Es una
consecuencia de la mala gestión que los distintos gobiernos han
llevado a cabo. Para ocultar esa realidad CIU se ha inventado eso de
la independencia, pero este invento no puedo tapar la realidad.
No me gustan los
nacionalismos, ni regionalistas ni españolistas. Mi rechazo absoluto
a todos ellos. Me siento ciudadano del mundo, europeo, español,
andaluz y coriano. Me considero una persona humanista por encima de
todo y siempre mostraré mi rechazo a conductas que solo buscan la
exclusión.
En Coria del Río
sabemos bien qué es el nacionalismo excluyente. Todos hemos visto a
Modesto González (PA) sentarse mientras el himno de España sonaba,
o eliminar el término “España” del himno de Andalucía creado
por Blas Infante; o prometer la Constitución por “imperativo
legal” porque no es su constitución, no es su país... No, no me
gustan estas actitudes.
Finalizo, una de las
grandes objetivos para superar la crisis económica es hacerlo a
través de acciones políticas basadas en la “solidaridad”, un
modelo político que haga de la justicia los cimientos de un país.